Corpus Christi es una fiesta de la Iglesia Católica
destinada a celebrar la Eucaristía. Su principal finalidad es proclamar y
aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo
Sacramento.
La Celebración se lleva a cabo el siguiente jueves al octavo
domingo después del Domingo de
Resurrección, es decir, 60 días después del
Domingo de Resurrección.
En muchos lugares es una fiesta de especial relevancia y en
varios países es un día festivo oficial (ciertas partes de España, Austria,
partes de Alemania y Suiza, Brasil, República Dominicana, Bolivia, Croacia,
Polonia, Trinidad y Tobago, Portugal, Perú y Venezuela).
En Panamá, se celebra el Corpus Christi los Jueves
religiosamente en un pueblo llamado La Villa de Los Santos en el interior del
país y esta fiesta mantiene gran significación para sus pobladores.
En España dejó de ser un día festivo hace algunos años,
excepto en los municipios donde es fiesta local, y desde entonces la Iglesia lo
celebra el domingo siguiente.
En Chile fue feriado legal entre 1987 y 2007, siendo
reemplazado por el 16 de julio, día de la Virgen del Carmen. Desde 1968 se
celebra en ese país el día domingo.
Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en
la que la hostia, el mismo Cuerpo de Cristo, se exhibe en una custodia.
Origen de la festividad
Por un lado, se cuenta que en Lieja, Bélgica, una religiosa
cisterciense llamada Juliana de Cornillón (1192-1258) tuvo una visión que
interpretó como la necesidad de instituir una celebración a la presencia de
Jesús en la Eucaristía.
Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una
mancha negra; interpretó que la luna representaba a la Iglesia militante en la
tierra, que recibe la luz del Sol: Cristo Jesús; la mancha significó para ella
la carencia de una celebración litúrgica para la Eucaristía.
Juliana de Cornillón o Juliana de Lieja, como también se le
reconoce, presentó petición a las autoridades eclesiásticas, hasta que el
Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el año de 1246, celebró el primer
Corpus. Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor
Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la
Iglesia Católica Universal, fijándola el Jueves después de la fiesta de la
Santísima Trinidad.
Por otro lado, se cuenta que en el año 1264 el Padre Pedro
de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo
y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma
para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.
De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa
ya que cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa
Cristina, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.
La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que
se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el corporal y,
al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi.
El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la
preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de
cantos e himnos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está
la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi.
El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del
pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral de Orvieto donde aún se
encuentra la sagrada reliquia.
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