El domingo 8 de diciembre,
II Domingo de Adviento y Festividad de la Inmaculada Concepción, Santiago
Fernández Rodríguez, en representación de la Junta de Cofradías y Hermandades de
Penitencia de Montijo, y Administrador de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús
Nazareno y Nuestra Señora de la Piedad, entrevistó a Manuel García Cienfuegos, Pregonero
de nuestra Semana Santa para el próximo año 2014.
Tras una breve
presentación, Santiago Fernández Rodríguez destacó de García Cienfuegos su
implicación en actividades relacionadas con la Iglesia, la historia, la
cultura, la labor social y la información. El Pregonero es en la actualidad
Cronista Oficial de Montijo, Presidente de la Junta Local de la Asociación
Española contra el Cáncer y colaborador de Crónicas de un Pueblo y esRadio.
¿Qué sentiste cuando
recibiste la llamada invitándote a pregonar la Semana Santa de
Montijo del año 2014?
Me sentí muy agradecido a
los componentes de la Junta de Cofradías y Hermandades de Penitencia ya que han
depositado en mi persona la confianza del Pregón de nuestra Semana Santa.
También sentí una responsabilidad que desde ese momento contraía, que me unía a
una ya extensa nómina de personas que han sido pregoneros.
¿Esperabas este
nombramiento?
Creo que para un hombre de la Semana Santa, para un hermano que lleva cuarenta y tres años en una hermandad como la del Santo Entierro, es un honor que se acuerden de ti y te llamen, porque están poniendo en tus manos el poder anunciar algo muy grande, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Todo esto es motivo y
causa de alegría que ya viví en otros pregones de Semana Santa o de Fiestas
Patronales, cuando me llamaron de Pueblonuevo del Guadiana, Puebla de Obando,
Valdelacalzada, La Nava de Santiago, Lobón y Puebla de la Calzada. Pero esta
llamada es distinta a las otras, ya que es en Montijo, mi pueblo. Sensación que
también percibí cuando hice el Pregón a la Cofradía de la Vera Cruz el año que
realizó su primera Estación de Penitencia o el de las Fiestas Patronales de
Ntra. Señora de Barbaño.
Desde que te dieron la
noticia hasta que aceptaste ¿Cómo transcurrió ese tiempo?
Bueno, la respuesta no
tardé mucho tiempo en darla. Con la designación se me estaba pidiendo prestar un
servicio a las comunidades cristianas de Montijo y a sus hermandades y
cofradías, y entendía que no podía rechazar la invitación que se me hacía. Siempre
he estado dispuesto a colaborar en lo que se me ha pedido; muchas asociaciones
a las que ayudo y he ayudado lo saben, y, evidentemente, viniendo de la Iglesia
no podía negarme.
Lo primero que hice, al
conocer la noticia, fue ponerme bajo el amparo y la protección de Ntra. Señora
de Barbaño, la advocación para mí más querida y sagrada, para que me ilumine en
la composición de los textos del Pregón.
¿Qué piensas de los pregones
de la Semana Santa de Montijo?
Pues que hay un buen
nivel. Evidentemente cada persona que ha sido elegida como Pregonero le ha dado
un enfoque diferente. Un sacerdote tiene una visión diferente a un seglar. Y la
visión de un miembro de Cáritas suele ser distinta a la de un miembro de una
cofradía. El participar en una Estación de Penitencia te hace ver los conceptos
de otra manera del que no tiene esa experiencia. Sí bien, todos los Pregoneros
tienen a Cristo como protagonista y todo lo relacionado con su Pasión, Muerte y
Resurrección.
Con el cambio de lugar
donde se proclama el Pregón, creo que éste ha ganado en asistencia y en otras posibilidades
técnicas que ofrece el Teatro Municipal y de las que antes no se disponían. Es
gratificante poder ver y escuchar cómo se evangeliza y se habla de Dios fuera
de un templo.
En cuanto a la Semana
Santa y a las Cofradías ¿cuál es tu primer recuerdo?
Pues siendo un niño, de la
mano de mis padres, recuerdo ver en la plaza de Jesús la salida de las imágenes
de Nuestro Padre Jesús y Ntra. Señora de la Piedad. Me causaba cierta sensación
los nazarenos vestidos de negro, los altares y las imágenes de la ermita.
Recuerdo también mi
participación en la conocida procesión de los altramuces el Jueves Santo,
cuando aún no se había fundado la cofradía del Cristo de la Agonía. Resultaba
hermoso ver a las imágenes cómo entraban y salían por las dos puertas que por
entonces tenía la iglesia del convento de las clarisas.
¿Cuándo comenzaste a
pertenecer a una cofradía?
Con dieciocho años. Esta
Semana Santa será mi cuarenta y tres Estación de Penitencia como hermano del
Santo Entierro. Afortunadamente no he faltado a ninguna. También he sido
costalero del Cristo de la Agonía, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Cristo de la
Vera Cruz, pero los años pesan y tuve que ir dejándolo. En el Santo Entierro
saldré todo el tiempo que pueda, hasta que el Señor me lo permita.
Nos puedes describir,
brevemente, cada una de las cofradías de Montijo
La mañana del Domingo de
Ramos es un revoltijo de recuerdos y revuelo de hosannas, ramos y palmas. La
portentosa imagen de Jesús Nazareno, en la noche del Miércoles Santo, nos dice
cómo debemos caminar en la vida, su imagen parece que nos interpela en la calle
¿Tú, cuándo te vas a comprometer a ser mejor cristiano? En la noche del Jueves
Santo vemos la grandeza de Cristo que agoniza sobre un monte de claveles rojos.
El Cristo de la Misericordia,
en la madrugada, nos evoca el lugar que durante años presidiera, en el que
están los nuestros, los más recordados. Del Viernes Santo el paso del Santísimo
Cristo Yacente; sobria arquitectura, madera, plata y un cuerpo tendido cual yacente
morado lirio, junto a la belleza de Ntra. Señora de los Dolores que forma luego
cortejo junto a San Juan y la Magdalena en la procesión de la Soledad. Y
finalmente en nuestro “Paseo”, en nuestra Plaza de España, la alegría de la Resurrección.
Los orígenes de algunas de
ellas están entre los siglos XVI al XVIII, sí bien, los decretos
desamortizadores del XIX hicieron que muchas desapareciesen. Creo que hemos
llegado a estudiar al menos quince cofradías, que por su finalidad se agrupan
en penitenciales, de gloria y sacramentales.
Si tuvieras que elegir una
imagen de Cristo y de la Virgen ¿Con cuál te quedarías?
Con la de Jesús Nazareno y
Ntra. Señora de los Dolores, como imágenes que procesionan. Aunque me quedo con
la excepcional talla del Cristo del Pasmo, labrada, en el siglo XVI, por Juan
de Juni, exponente del manierismo castellano. El Cristo del Pasmo también tendrá
un apartado dentro del Pregón de este año.
Sería hermoso, creo que lo
he comentado en alguna ocasión, poder ver en un paso al Cristo atribuido a Blas
Molner, que está en el retablo del sagrario de la ermita de Jesús, junto con
San Juan y María Magdalena.
¿Cuál es para ti un
momento especial de la Semana Santa de Montijo?
La actitud de servicio de
Cristo cuando se ciñe la toalla y lava los pies a sus discípulos. Servicio que,
en su momento, entendieron muy bien los cofrades del Cristo de la Agonía, pues
de esta cofradía salió la Hermandad de Donantes de Sangre. De nuestra Iglesia
ha salido y sigue saliendo mucho bien solidario.
Suponemos que tendrás un lugar,
una calle para ver las procesiones.
Llevo muchos años viendo a
Nuestro Padre Jesús por la calle Esteban Amaya. Es una calle en la que hay poca
gente. La mirada penetrante del Nazareno adquiere para mí, en ese lugar, una
especial dimensión. Es uno de mis lugares preferidos.
En general, las imágenes
de la Semana Santa nos brindan momentos de gran belleza. Recuerdo un año cuando
el Santo Entierro cruzó por la plaza de San Clara en dirección a la calle
Peñas. Al entrar el paso en las primeras casas me dejó impresionado su figura
tendida con los pies en primer término y al fondo el convento de las clarisas.
¿Tienes un sonido especial
de la Semana Santa?
Hay muchos. El seco sonido
de un llamador golpeado por el capataz de un paso. La campanilla de la Vera
Cruz. Y la hermosura de la marcha procesional “Amargura” tocada por la Banda de
Música detrás del paso de Ntra. Señora de los Dolores, aunque hace ya un tiempo
que no la tocan.
No olvidemos que junto a
los sonidos también están los sabores de la Semana Santa, como el bacalao
rebozado, las torrijas bañadas de miel y las roscas de Pascua. Sin olvidar el
olor del azahar y el incienso.
Desde que te dieron la
noticia hasta el día 5 de abril, día elegido para pronunciar el Pregón, ¿Cómo
va planificar nuestro Pregonero el trabajo?
Tengo mucho material
escrito y publicado, con lo cual me va aliviar la tarea. Los textos de algunos
artículos aparecerán en el Pregón. La estructura la tengo ya ideada. Será una
mezcolanza de historia, vivencias, citas evangélicas, imágenes, poesía, reflexiones,
evangelización… pero sobre todo habrá un testimonio del Dios que faena en mis
adentros, el que sabe y me trata las mataduras de mi alma, el que conoce mis
debilidades. Es un Dios que se derrite en amor.
Si quieres añadir alguna
recomendación o mensaje para las Cofradías y Hermandades.
Que piensen que hay que
vivir todo esto a lo largo del año. Nunca ceñirse sólo al día de la Estación de
Penitencia. Todos debemos celebrar el Triduo Pascual en nuestros templos.
Llevar una vida de fe, una preocupación por la evangelización y el servicio
hacia los más necesitados. Todo ello bajo el espíritu
de la Pascua, pues somos
muy dados a vivir en una continua Semana de Pasión. Muy recientemente el Papa
Francisco, en este sentido, ha sido muy clarificador en su exhortación
apostólica Evangelii Gaudium, al señalar que “hay cristianos cuya opción parece
ser la de una Cuaresma sin Pascua”.
Os reitero mi
agradecimiento por haberme nombrado Pregonero de nuestra Semana Santa y espero
estar a la altura de las circunstancias. Y finalmente como estamos en el tiempo
de espera del Adviento, en el umbral del portal de Belén, os deseo para todos
una feliz Navidad y como el tiempo corre muy deprisa pronto estaremos en
Cuaresma y llegará el sábado 5 de abril y estaremos todos en el Teatro
Municipal hablando y escuchando del Dios que se derrite en amor.
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