miércoles, 11 de diciembre de 2013

Entrevista a Manuel García Cienfuegos, Pregonero de la Semana Santa de Montijo 2014



El domingo 8 de diciembre, II Domingo de Adviento y Festividad de la Inmaculada Concepción, Santiago Fernández Rodríguez, en representación de la Junta de Cofradías y Hermandades de Penitencia de Montijo, y Administrador de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Piedad, entrevistó a Manuel García Cienfuegos, Pregonero de nuestra Semana Santa para el próximo año 2014.
Tras una breve presentación, Santiago Fernández Rodríguez destacó de García Cienfuegos su implicación en actividades relacionadas con la Iglesia, la historia, la cultura, la labor social y la información. El Pregonero es en la actualidad Cronista Oficial de Montijo, Presidente de la Junta Local de la Asociación Española contra el Cáncer y colaborador de Crónicas de un Pueblo y esRadio.

¿Qué sentiste cuando recibiste la llamada invitándote a pregonar la Semana Santa de Montijo del año 2014?

Me sentí muy agradecido a los componentes de la Junta de Cofradías y Hermandades de Penitencia ya que han depositado en mi persona la confianza del Pregón de nuestra Semana Santa. También sentí una responsabilidad que desde ese momento contraía, que me unía a una ya extensa nómina de personas que han sido pregoneros.

¿Esperabas este nombramiento?

Creo que para un hombre de la Semana Santa, para un hermano que lleva cuarenta y tres años en una hermandad como la del Santo Entierro, es un honor que se acuerden de ti y te llamen, porque están poniendo en tus manos el poder anunciar algo muy grande, la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Todo esto es motivo y causa de alegría que ya viví en otros pregones de Semana Santa o de Fiestas Patronales, cuando me llamaron de Pueblonuevo del Guadiana, Puebla de Obando, Valdelacalzada, La Nava de Santiago, Lobón y Puebla de la Calzada. Pero esta llamada es distinta a las otras, ya que es en Montijo, mi pueblo. Sensación que también percibí cuando hice el Pregón a la Cofradía de la Vera Cruz el año que realizó su primera Estación de Penitencia o el de las Fiestas Patronales de Ntra. Señora de Barbaño.

Desde que te dieron la noticia hasta que aceptaste ¿Cómo transcurrió ese tiempo?

Bueno, la respuesta no tardé mucho tiempo en darla. Con la designación se me estaba pidiendo prestar un servicio a las comunidades cristianas de Montijo y a sus hermandades y cofradías, y entendía que no podía rechazar la invitación que se me hacía. Siempre he estado dispuesto a colaborar en lo que se me ha pedido; muchas asociaciones a las que ayudo y he ayudado lo saben, y, evidentemente, viniendo de la Iglesia no podía negarme.
Lo primero que hice, al conocer la noticia, fue ponerme bajo el amparo y la protección de Ntra. Señora de Barbaño, la advocación para mí más querida y sagrada, para que me ilumine en la composición de los textos del Pregón.

¿Qué piensas de los pregones de la Semana Santa de Montijo?

Pues que hay un buen nivel. Evidentemente cada persona que ha sido elegida como Pregonero le ha dado un enfoque diferente. Un sacerdote tiene una visión diferente a un seglar. Y la visión de un miembro de Cáritas suele ser distinta a la de un miembro de una cofradía. El participar en una Estación de Penitencia te hace ver los conceptos de otra manera del que no tiene esa experiencia. Sí bien, todos los Pregoneros tienen a Cristo como protagonista y todo lo relacionado con su Pasión, Muerte y Resurrección.
Con el cambio de lugar donde se proclama el Pregón, creo que  éste ha ganado en asistencia y en otras posibilidades técnicas que ofrece el Teatro Municipal y de las que antes no se disponían. Es gratificante poder ver y escuchar cómo se evangeliza y se habla de Dios fuera de un templo.

En cuanto a la Semana Santa y a las Cofradías ¿cuál es tu primer recuerdo?

Pues siendo un niño, de la mano de mis padres, recuerdo ver en la plaza de Jesús la salida de las imágenes de Nuestro Padre Jesús y Ntra. Señora de la Piedad. Me causaba cierta sensación los nazarenos vestidos de negro, los altares y las imágenes de la ermita.
Recuerdo también mi participación en la conocida procesión de los altramuces el Jueves Santo, cuando aún no se había fundado la cofradía del Cristo de la Agonía. Resultaba hermoso ver a las imágenes cómo entraban y salían por las dos puertas que por entonces tenía la iglesia del convento de las clarisas.

¿Cuándo comenzaste a pertenecer a una cofradía?

Con dieciocho años. Esta Semana Santa será mi cuarenta y tres Estación de Penitencia como hermano del Santo Entierro. Afortunadamente no he faltado a ninguna. También he sido costalero del Cristo de la Agonía, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Cristo de la Vera Cruz, pero los años pesan y tuve que ir dejándolo. En el Santo Entierro saldré todo el tiempo que pueda, hasta que el Señor me lo permita.

Nos puedes describir, brevemente, cada una de las cofradías de Montijo

La mañana del Domingo de Ramos es un revoltijo de recuerdos y revuelo de hosannas, ramos y palmas. La portentosa imagen de Jesús Nazareno, en la noche del Miércoles Santo, nos dice cómo debemos caminar en la vida, su imagen parece que nos interpela en la calle ¿Tú, cuándo te vas a comprometer a ser mejor cristiano? En la noche del Jueves Santo vemos la grandeza de Cristo que agoniza sobre un monte de claveles rojos.
El Cristo de la Misericordia, en la madrugada, nos evoca el lugar que durante años presidiera, en el que están los nuestros, los más recordados. Del Viernes Santo el paso del Santísimo Cristo Yacente; sobria arquitectura, madera, plata y un cuerpo tendido cual yacente morado lirio, junto a la belleza de Ntra. Señora de los Dolores que forma luego cortejo junto a San Juan y la Magdalena en la procesión de la Soledad. Y finalmente en nuestro “Paseo”, en nuestra Plaza de España,  la alegría de la Resurrección.
Los orígenes de algunas de ellas están entre los siglos XVI al XVIII, sí bien, los decretos desamortizadores del XIX hicieron que muchas desapareciesen. Creo que hemos llegado a estudiar al menos quince cofradías, que por su finalidad se agrupan en penitenciales, de gloria y sacramentales.

Si tuvieras que elegir una imagen de Cristo y de la Virgen ¿Con cuál te quedarías?

Con la de Jesús Nazareno y Ntra. Señora de los Dolores, como imágenes que procesionan. Aunque me quedo con la excepcional talla del Cristo del Pasmo, labrada, en el siglo XVI, por Juan de Juni, exponente del manierismo castellano. El Cristo del Pasmo también tendrá un apartado dentro del Pregón de este año.
Sería hermoso, creo que lo he comentado en alguna ocasión, poder ver en un paso al Cristo atribuido a Blas Molner, que está en el retablo del sagrario de la ermita de Jesús, junto con San Juan y María Magdalena.

¿Cuál es para ti un momento especial de la Semana Santa de Montijo?

La actitud de servicio de Cristo cuando se ciñe la toalla y lava los pies a sus discípulos. Servicio que, en su momento, entendieron muy bien los cofrades del Cristo de la Agonía, pues de esta cofradía salió la Hermandad de Donantes de Sangre. De nuestra Iglesia ha salido y sigue saliendo mucho bien solidario.

Suponemos que tendrás un lugar, una calle para ver las procesiones.

Llevo muchos años viendo a Nuestro Padre Jesús por la calle Esteban Amaya. Es una calle en la que hay poca gente. La mirada penetrante del Nazareno adquiere para mí, en ese lugar, una especial dimensión. Es uno de mis lugares preferidos.
En general, las imágenes de la Semana Santa nos brindan momentos de gran belleza. Recuerdo un año cuando el Santo Entierro cruzó por la plaza de San Clara en dirección a la calle Peñas. Al entrar el paso en las primeras casas me dejó impresionado su figura tendida con los pies en primer término y al fondo el convento de las clarisas.

¿Tienes un sonido especial de la Semana Santa?

Hay muchos. El seco sonido de un llamador golpeado por el capataz de un paso. La campanilla de la Vera Cruz. Y la hermosura de la marcha procesional “Amargura” tocada por la Banda de Música detrás del paso de Ntra. Señora de los Dolores, aunque hace ya un tiempo que no la tocan.
No olvidemos que junto a los sonidos también están los sabores de la Semana Santa, como el bacalao rebozado, las torrijas bañadas de miel y las roscas de Pascua. Sin olvidar el olor del azahar y el incienso.

Desde que te dieron la noticia hasta el día 5 de abril, día elegido para pronunciar el Pregón, ¿Cómo va planificar nuestro Pregonero el trabajo?

Tengo mucho material escrito y publicado, con lo cual me va aliviar la tarea. Los textos de algunos artículos aparecerán en el Pregón. La estructura la tengo ya ideada. Será una mezcolanza de historia, vivencias, citas evangélicas, imágenes, poesía, reflexiones, evangelización… pero sobre todo habrá un testimonio del Dios que faena en mis adentros, el que sabe y me trata las mataduras de mi alma, el que conoce mis debilidades. Es un Dios que se derrite en amor.

Si quieres añadir alguna recomendación o mensaje para las Cofradías y Hermandades.

Que piensen que hay que vivir todo esto a lo largo del año. Nunca ceñirse sólo al día de la Estación de Penitencia. Todos debemos celebrar el Triduo Pascual en nuestros templos. Llevar una vida de fe, una preocupación por la evangelización y el servicio hacia los más necesitados. Todo ello bajo el espíritu
de la Pascua, pues somos muy dados a vivir en una continua Semana de Pasión. Muy recientemente el Papa Francisco, en este sentido, ha sido muy clarificador en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, al señalar que “hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua”.


Os reitero mi agradecimiento por haberme nombrado Pregonero de nuestra Semana Santa y espero estar a la altura de las circunstancias. Y finalmente como estamos en el tiempo de espera del Adviento, en el umbral del portal de Belén, os deseo para todos una feliz Navidad y como el tiempo corre muy deprisa pronto estaremos en Cuaresma y llegará el sábado 5 de abril y estaremos todos en el Teatro Municipal hablando y escuchando del Dios que se derrite en amor.

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