miércoles, 9 de marzo de 2011

LA CUARESMA ES VOLVER A EMPEZAR (De Pedro Glez. Ramón)


            La Cuaresma es el tiempo de conversión que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. La Cuaresma es un tiempo de renovación, de un volver a empezar. Necesitamos que Dios nos lleve al desierto, ese lugar contrapuesto a la tierra cultivada o rica en pastos, habitada por el hombre y transformada por su trabajo.

            Hoy, 9 de marzo día de ayuno y abstinencia y a cuarenta días para el inicio de la Semana Santa de 2011, en todas las iglesias y capillas del mundo católico, se llevará a cabo la imposición de la ceniza, a partir de la quema de los ramos de olivo del Domingo de Ramos anterior, como signo de conversión y penitencia.

            El tiempo que hoy comienza, nos traerán los añorados sentimientos que durante todo el año hemos estado alimentando. Sentimientos que nos han ayudado en momentos buenos y no tan buenos, en momentos en los que parecía que la fecha nunca llegaría, momentos que podíamos recrear mediante las mejores “postales” de nuestras propias vivencias pasadas.
Durante estos cuarenta días, con su cuarenta noches, nos prepararemos para, con humildad, devoción, tristezas y alegrías, nerviosismo y tranquilidad, esperar a la llegada de la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, que primero, con alegría y querer cautivar a los niños, “bajará la rampa” montado a lomos de una “burrita”, que celebrará junto a sus doce “amigos”, en comunidad, la última cena, para después ser entregado por cualquiera de nosotros y que en una placita abarrotada será besado como así él lo dijo. A parir de ese momento, la ilegalidad de un juicio, mientras en Jerusalén celebraban “la noche más larga”, y con nocturnidad, será cautivo de sus “monjitas”, caminará cargando su cruz, la nuestra, saliendo de su ermita hacia el monte Calvario, pero siempre ayudado por ese buen pero viejo hombre, que si no se remedia pronto, le faltarán ánimos para seguir ayudándote.
Una vez llegado, en esa cruz será clavado, y aunque todo está escrito, pedirás Misericordia, y con Agonía “llorarán” las cornetas y “rufarán” los tambores porque en la vieja cava expirarás.
Y el llanto de tu Madre, que cruzando sus manos imploraba Piedad, al ver tu cuerpo Muerto y yacente, la envolverá en su locura, acompañada por las santas mujeres y aquellos santos discípulos a los que tanto enseñaste y que en tantos momentos te siguieron, pero en verdad Ella, como cuando los siete puñales se le clavan en lo más profundo de su alma, se sumergirá en un profundo Dolor que le llevará a estar en la más absoluta Soledad.
Pero, seguirá sucediendo. Romperás las cadenas de la muerte, saldrás victorioso del sepulcro, la tierra se llenará de luz y Resucitarás para nosotros, para volver a darnos la vida.


            Para todo ello, las Cofradías nos prepararemos para ofrecer cultos a nuestros Titulares, conciertos de música sacra, edición de revistas y boletines especiales, ensayos, pregones,… y toda una serie de actos que poco a poco nos irán acercando y preparando para conmemorar esta fiesta, con fraternidad y hermandad.


 

Pedro González Ramón
Hermano y Responsable de Comunicación

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